la hermana mayor no descansa: ¿quién ve por mí cuando yo veo por todos?
sobre lo que implica ser la hija mayor y cargar con el peso de una familia cuando el padre ya no está
a veces no sé si soy la hermana mayor o el padre de la casa. no sé si me tocaba este papel o si simplemente no hubo otra opción. mi papá se murió hace unos años y yo me puse en su lugar. no como él (nunca como él). pero alguien tenía que hacerlo, alguien tenía que ver por los demás, decidir, pensar en los pagos, en las citas, en los trámites, en la administración del dinero, de la casa... y fui yo.
tengo dos hermanos y una mamá que también parece una hija (pero ese es un tema aparte). y yo estoy ahí, en medio de todo, tratando de sostener un hogar que pesa más de lo que aparenta. no me lo pidieron con palabras. nadie me dijo “hazte cargo”, pero me hice. y ya no sé cómo se suelta esa responsabilidad que parece que ya se me pegó al cuerpo.
estoy cansada, muy cansada y no por flojera ni por drama. cansada de un modo hondo, de ese que no se quita durmiendo. cansada de ser quien da consejos, quien piensa en el futuro, de ser la primera a la que acuden para lo que sea, hasta lo más mínimo, tonto o innecesario de preguntar, de ser quien sabe cuando falta comida, pero también de cómo acompañar un duelo. de ser la que pregunta “¿qué quieren que haga hoy de almorzar?” (y cocinar siempre), la que busca soluciones, la que guarda la calma cuando todo se rompe.
a veces quiero solo ser hija. solo eso. que alguien me diga “no te preocupes, yo lo veo”, “ya lo resolví”, “duérmete, yo me encargo”, “la comida ya está hecha”. Pero no pasa, nunca me pasa, porque cuando tú eres la que sostiene, nadie piensa en quién te sostiene a ti.
hay días en los que me siento vieja. no por los años, sino por la cantidad de cosas que cargo. por todo lo que sé que no debería saber, por todas las veces que me tragué el llanto porque alguien más lo necesitaba. por todas las veces que fingí estar bien para cuidar de alguien más y que no se viniera abajo la casa entera. ¿pero quién me cuida a mí?
y claro que amo a mi familia, no es eso. es solo que me doy cuenta que ellos no saben vivir sin mí, así que de alguna manera, no puedo dejar de ser el hombre de la casa, no puedo irme ni soltar porque se siente como si los estuviera abandonando. soy una esclava silenciosa de sus necesidades. ¿quién verá por ellos si yo no estoy?
pero a veces una se harta de ser el soporte emocional de todos. de ser fuerte como una obligación, de no poder fallar, de no poder desaparecer un rato sin que todo se venga abajo. y me pregunto si un día me voy a permitir no saber qué hacer o llorar sin dar explicaciones y no pensar en nadie más que en mí.
no sé si eso llegue, no lo creo; pero a veces me gustaría que alguien viniera a salvarme. escribo esto como queja. ser hija mayor a veces es ser madre, padre, hermana, amiga, psicóloga, secretaria, cocinera. todo menos hija. eso también lo considero una pérdida de mí misma.
Parte de la terapia sistémica funcional es ver los roles de cada quien en la familia, trabajo, etc… y uno de los ejercicios es dejar de hacer las cosas (al menos uno tiempo) para darte cuenta que el sistema familiar se alineará, y te des cuenta que puedes soltar ciertas responsabilidades sin que pase gran cosa. Igual y puedes hablarlo con un profesional en salud mental. O te recomiendo este curso para que halles tu propósito en la vida, en caso de que también sea parte de tu situación. https://www.udemy.com/course/redisena-tu-vida-con-proposito/?referralCode=C7CE00D0AD61227235B8&couponCode=CP130525
Conozco a muchas amigas mías que sufren de esta problemática, incluso yo.
Tienen padres ausentes que no se hacen responsables o tienen favoritismo entre sus hijos, dejan a la hija mayor cuidar de sus hermanos menores.
Lo peor es que luego esos niños hacen caso más a su hermana mayor que a sus padres y eso provoca celos; conlleva a más conflicto en la familia.
Lo que a mí me ocurría, es que mis padres se separaron y tuve que cuidar de mi hermano. Igual no era problema, ya que incluso antes lo hacía. Pero ahora tengo síndrome del padre joven, no puedo ver un niño pequeño sin preocuparme de lo que le puede ocurrir si no lo veo, o hasta lo regaño incluso si no lo conozco.
Me duele saber que es un conflicto muy común entre las familias y conozco más casos sobre esto.